METABOLISMO DEL TEJIDO CUTANEO
El tejido cutáneo tiene un mecanismo de defensa frente a las agresiones externas y al estrés oxidativo.
Cuando se activan los mecanismos de defensa del tejido cutáneo se liberan radicales libres y desencadena procesos oxidativos.
El riesgo potencial del mecanismo es controlado por determinadas moléculas que son capaces de secuestrar los radicales libres no consumidos y de neutralizar los procesos oxidativos que pueden dañar a las moléculas lábiles.
Nuestros mecanismos de control son los responsables de que las oxidaciones no superen unos niveles que son incompatibles para la vida de las células y los tejidos implicados.
Las mitocondrias* controlan los procesos redox que afectan a las moléculas que forman la secuencia propia de las cadenas respiratorias: citocromos, proteínas, hierro-azufre, ubiquinona.
*(Mitocondria: órgano celular capaz de suministrar la energía necesaria para la respiración celular)
Las cadenas respiratorias permiten la circulación sin riesgo de electrones, de átomos de hidrogeno y la formación de moléculas de ATP.
El punto final de esta secuencia mitocondrial corresponde a la liberación de una molécula de O2- (superoxido) que pertenece a las especies denominadas (ROS) especies reactivas de oxígeno.
Tanto el envejecimiento cronológico como el actínico (por exposición a la luz solar) están muy relacionados con procesos oxidativos incontrolados, que comportan cierta ionización de determinadas moléculas celulares y la aparición de radicales libres, así como la agresión oxidativa al ADN mitocondrial y la peroxidación de muchas moléculas lipídicas insaturadas presentes en las membranas plasmáticas.
Algunas situaciones patológicas como quemaduras y los procesos isquémicos, provocan liberación de este anión superóxido, que se suma al producido por el metabolismo celular.
También los procesos infecciosos cutáneos debido a hongos, virus o bacterias provocan incremento del anión superóxido. (O2-)
Este superóxido se convierte el H202 peróxido de hidrógeno, esta posible acumulación de moléculas oxidantes en la molécula se combate mediante moléculas y enzimas antioxidantes.
Si las moléculas de H2O2 reaccionan entre sí por incremento de oxidación darán radicales OH- mucho más agresivo.
Este anión OH- es muy reactivo y ataca a muy diversas moléculas biológicas, entre ellas lípidos insaturados, las proteínas, los ácidos nucleicos y los polisacáridos.
Con el paso de los años, el tejido cutáneo, al igual que los principales órganos de nuestro cuerpo, disminuye la actividad metabólica, lo cual afecta a nuestro mecanismo de defensa, incluidos los antioxidantes moleculares y enzimáticos.
Esto supone que los tejidos sufren un estrés oxidativo que no se pueden atribuir a factores ambientales, pero que favorece la aparición de aspectos inestéticos del tejido cutáneo, propios del envejecimiento.
TRAMA ANTIOXIDANTE DE LA PIEL
El estrato córneo se encuentra en una posición fronteriza entre el cuerpo y el medio ambiente que nos rodea, lo cual propicia que se halle directamente expuesto a diversas agresiones pro-oxidantes.
Para combatir estos daños oxidativos que afectan sobre todo a los lípidos y a las proteínas estructurales, la piel humana posee, tanto en las células viables como en su estrato córneo, una trama de sistemas antioxidantes enzimáticos y no enzimáticos.
Las propiedades redox del estrato córneo han sido estudiadas recientemente, de esta forma se han podido conocer los niveles fisiológicos de los principales antioxidantes presentes.
1.- Antioxidantes lipófilos de los tejidos humanos
El alfa-tocoferol es la molécula biológicamente más activa del complejo de metabolitos de la vitamina E, se considera el antioxidante lipófilo más importante de los tejidos humanos.
La vitamina E disminuye considerablemente en un 50% con la exposición a los rayos UV esto se debe a la ausencia de ácido ascórbico coantioxidante en el estrato corneo, pero se ha podido comprobar que se recuperan alfa-tocoferol con la incorporación de moléculas de ubiquinol-10 o ácido ascórbico.
2.-Antioxidantes hidrófilos
La concentración de niveles de Ac Ascórbico es muy baja a niveles superiores del estrato corneo y 10 veces más concentrada a niveles más profundos, por el carácter hidrófobo del estrato córneo, tener en cuenta que el Ac Ascórbico es soluble en agua.
3.-Antioxidantes enzimáticos
Se ha podido comprobar una cierta actividad Catalasa* la zona más superficial del estrato córneo y que su presencia disminuye después de sufrir una radiación solar UVA.
*(Catalasa: enzima que descompone el peróxido H2O2, así protege a las células de su efecto toxico, por minimizar el riesgo de oxidaciones descontroladas ).
DEFENSAS ANTIOXIDANTES DE LAS CELULAS VIABLES FRENTE A LA RADIACION ULTRAVIOLETA
Como se ha visto, la piel posee una eficaz trama de moléculas antioxidantes sobre todo vitamina E, ubiquinona, vitamina C, glutatión y enzimas SOD, catalasa, glutatión reductasa y glutatión peroxidasa. Que actúan como una barrera frente a la radiación solar y a los contaminantes aéreos oxidativos.
La barrera cornea sufre la agresión de la luz solar, como ya sabemos, la cual degrada sus defensas antioxidantes y provoca sucesivamente la peroxidación de los lípidos instaurados y la oxidación de las proteínas córneas.
Estos daños de los UVB y UVA son los que desencadenan: eritema, hiperproliferación, la descamación y las alteraciones de la permeabilidad de la barrera córnea.
La alteración en el equilibrio a favor de una situación prooxidante, puede alterar el modelo de expresión genética de las células cutáneas, provocando diversas patologías (canceres cutáneos, fracaso inmunitario, fototoxicidad etc..).
La formación de ROS especies reactivas de oxígeno, en el tejido cutáneo después de la exposición a la radicación UVA+UVB ha motivado a conocer los diferentes niveles de antioxidantes presentes en dermis y epidermis y a considerar la posibilidad de que la aplicación tópica de antioxidantes pueda actuar como un refuerzo de la fotoprotección que realizan los filtros solares.
La epidermis precisa una cantidad muy superior de antioxidante que la dermis, lo cual confirma que la agresión oxidativa puede dañar gravemente a las células más superficiales.
Por suerte la epidermis está mejor preparada para defenderse de la agresión oxidativa, la radicación UVB es muy activa en la epidermis pero apenas alcanza la dermis.
La respuesta cutánea a la radiación solar incluye notables beneficios (síntesis de vitamina D, beneficios psicológicos) y también respuesta dañinas (destrucción del ácido fólico, reacciones inflamatorias, fotoenvejecimeinto).
Las respuestas que se han detectado en la piel humana dependen tanto del fenotipo cutáneo como de la intensidad de la radiación agresora, de su prolongación en el tiempo y de su frecuencia.
En la protección frente al fotoenvejecimiento serán decisivos los hábitos de exposición al sol y la eficacia de la fotoprotección utilizada.
Los antioxidantes tópicos siguen constituyendo un área muy importante de investigación en la cosmética.
Sin duda pueden alcanzar niveles más altos mediante la aplicación tópica que mediante los suplementos orales, y por tanto es posible construir un reservorio antioxidante en la piel. La investigación actual indica queubiquinona tópica y la genisteina proporcionan protección frente a la radiación UV. Además, estos activos así como el ac alfa-lipoico tópico, pueden retrasar el envejecimiento intrínseco y el fotoenvejecimiento.
Bibliografia: Atencion Farmaceutica en dermofarmacia Modulo II-Consejo Gral de colegios de Farmaceuticos.
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