Hoy, en el Día Internacional del Niñ@ con Càncer, hablamos sobre los cuidados dermocosméticos en oncología, un tema cosmético del cual no siempre se habla y que resulta fundamental para aquell@s que siguen un tratamiento oncológico.
Los tratamientos oncológicos han experimentado los últimos años un gran avance (terapias dirigidas, inmunoterapia…). Con estos, se consigue cada vez tratar más específicamente el cáncer y tienen menos efectos secundarios. Aún así, por lo que se refiere a la piel, estas terapias presentan mucha más toxicidad, alteran drásticamente la función barrera y los sistemas de defensa de la piel y pueden provocar reacciones cutáneas como la fotosensibilidad, sobre todo si se combinan con la quimio o la radioterapia. ¡Se estima que un 81% de los pacientes oncológicos sufren alteraciones cutáneas! Alteraciones que no solo repercuten en el aspecto físico, sino también a nivel psicológico (imagen, autoestima…).
Cuidados dermocosméticos en oncología: ¿cuáles son los daños más frecuentes en la piel?
En la piel, uno de los daños más frecuentes que provocan tienen que ver con el EGF (Factor de Crecimiento Epidérmico), fundamental en la curación de las heridas y las quemaduras, y también:
- Alopecia
- Picor y tirantez en la piel.
- Alteración en la función barrera y el sistema de defensa de la piel.
- Piel débil, poca elasticidad y suavidad.
- Piel rugosa.
Otros efectos adversos en la piel que se pueden tratar con dermocosmética son:
- Xerosis, queratosis pilar, prurito
- Erupción acneiforme
- Erupción maculo papular
- Fisuras, grietas, pústulas
- Alteración mucosa
- Reacción cutáneas mano/pie
- Radiodermitis
Complementar la terapia dermatológica con cosmética de calidad es una prioridad, así como tener en cuenta qué cosméticos no son eficaces según qué patologías. Nosotros recomendamos, ante todo, cosmética sin perfumes, no alcalina y poner atención a los conservantes. También es importante evitar los surfactantes (de elevada detergencia y baja tolerancia: derivados del petróleo, parabenos, del formaldehído, aminas…), el aceite de coco, el alcohol y los perfumes.
Los pasos que recomendamos en Cosmética a Medida para tratar el cuidado de la piel en tratamientos oncológicos son:
- Hidratación para mejorar la queratinización.
- Higiene (duchas cortas y de agua tibia para no afectar el microbioma ni el pH).
- Evitar las piscinas y las inmersiones.
- Utilizar un pH fisiológico 5,5, de alta tolerancia y baja detergencia, cremas hidratantes con NIACINAMIDA 4%, UREA 5-10% y aguas termales (son calmantes, antipruriginosas e hidratantes). Y si contienen prebióticos, ¡aún mejor! ya que harán que se colonice el microbioma de la piel.
- Utilizar productos de higiene específicos para rostro y cuerpo.
- Secarse a golpecitos. Nunca con fricción.
- Equilibrar el microbioma para mejorar la función barrera y evitar la evaporación de las capas más profundas de la piel con hidratación pasiva (vaselina, filmógenos, silicio…).
- Utilizar prebióticos y probióticos para evitar picores, emolientes con hialurónico y urea para mantener el agua dentro de la piel y recoger la humedad del medioambiente y Niacinamida y Alantonia para evitar irritantes en la piel.
El cuidado de la piel en pacientes oncológicos requiere un tratamiento holístico que tenga en cuenta todos los factores positivos que la dermocosmética puede aportar. En Cosmética a Medida estamos acostumbrados a tratar este tipo de enfermedades, entre otras. Si necesitas cosmética a tu medida, ¡ya lo sabes!
¡Hasta la próxima!