Un año más ya está aquí la Navidad y con ella las grandes comilonas con la familia y los amigos… Es imposible pasar por alto que en nuestra cultura una forma de demostrar afecto a nuestros seres queridos es a través de la comida, preparando para nuestros allegados platos y manjares especiales.
Así pues, durante la Navidad puede resultar complicado llevar una alimentación equilibrada, ¡pero no es imposible! Estas fiestas son para disfrutarlas pero la comida no debe ser el único foco en el que se centre todo el disfrute. Estar más tiempo con la familia para realizar actividades de ocio y al aire libre puede ser una gran alternativa a quedarse en casa de manera sedentaria.
Con el siguiente decálogo, seguro que pasas unas navidades sin subir de peso, llevando un equilibro en la alimentación y superando las presiones familiares por comer. ¿Te sumas a nuestro reto?
1. Cocina de manera saludable siempre que puedas.
Intenta cuidarte los días en que no tengas eventos familiares o con amigos (aprovecha para cocinar al vapor, al horno o a la plancha). Disminuye los platos con grasas saturadas (presentes en carnes, embutidos y productos de pastelería) y opta por el aceite de oliva y el pescado azul, por sus propiedades cardiosaludables.
2. Recuerda tomar frutas, verduras y hortalizas.
Los días que no tengas celebraciones, consume abundantes frutas y verduras, así como alimentos ricos en hidratos de carbono integrales. Su fibra regula el tránsito intestinal, lo que te ayudará a ir al baño, y controla los niveles de colesterol.
3. No abuses de la sal.
Esta provoca retención de líquidos, además de aumentar el riesgo de hipertensión. Para no restar sabor a las comidas, puedes recurrir al apio, las especias o las hierbas aromáticas. También debes evitar los alimentos precocinados y en conserva o enlatados, en general también muy salados.
4. No repitas postre: huye de los excesos.
Disfruta de turrones, mazapanes y bombones, pero sin pasarte: pruébalos, sólo en la comida o cena de celebración, y no repitas. De esta manera, evitarás el exceso de azúcar. Si es necesario, comparte el postre con otra persona; te permitirá matar el gusanillo del dulce sin abusar de él.
5. Dulces fuera de la vista entre las comidas.
Para evitar caer en la tentación de picar entre horas, guarda los dulces en un lugar donde no estén captando tu atención constantemente. Mantén, además, la rutina de realizar cinco comidas al día: a media mañana y para merendar, puedes tomar fruta de temporada, que te hidratará y saciará, o frutos secos como las almendras. Típicas en esta época, son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes, y poseen beneficios cardiosaludables, además de ser muy saciantes.
6. No te agües la fiesta con el alcohol.
Los vinos, el champán, las copas y los licores riegan los eventos navideños, pero abusar del alcohol puede provocarnos resaca, además de que supone una ingesta de calorías vacías e inútiles. Intenta tomarlo únicamente durante la comida e intercalándolo con vasos de agua. Así puedes eliminarlo más rápidamente y evitar la hinchazón y el dolor de cabeza.
7. El agua, más necesaria que nunca.
Recuerda beber ocho vasos de agua al día. Se trata de un hábito muy beneficioso que debes mantener más que nunca durante las fiestas, pues facilita el tránsito intestinal, hidrata el organismo y previene la deshidratación producida por el alcohol.
8. La báscula, tu aliada.
Tampoco hay que obsesionarse ni pesarnos todos los días, pero sí controlar nuestro peso a lo largo de las fiestas. Un aumento demasiado repentino puede suponer una señal de alarma.
9. Sal a pasear con tus familiares y amigos.
Además de hacer mejor la digestión, estaréis realizando actividad física, respirando aire fresco y pasando un rato muy agradable. Pequeños gestos como dejar el coche e ir a comprar los regalos andando o subir las escaleras de nuestra casa en vez de utilizar el ascensor pueden compensar de algún modo los posibles excesos.
10. No te saltes ninguna comida.
Si te saltas alguna comida como el desayuno, llegarás con más apetito a la siguiente comida, y esto te hará que comas en exceso y a sentir ansiedad por dulces y grasas. Lo mismo puede pasarte si tienes una gran cena; no debes saltarte el desayuno y el almuerzo, solo trata de comer porciones más pequeñas, y sin falta, incluye proteína y verduras en tus platos, así puedes prepararte para cenar un poco más de carbohidratos.
En conclusión, es importante no comer en exceso y controlar el desorden alimentario que se puede producir en estos días navideños y no desconectar de tus objetivos de salud y peso. ¡Tus objetivos deben ser una motivación que te ayude a disfrutar de las navidades y a mantener el peso!
¡Sigue el decálogo y disfruta de estas Navidades!